vendredi 20 février 2009

Por una vez, no borbonea

D'un usage limité, mais joli à regarder.


C'est rare, mais il arrive que le roi d'Espagne fasse quelque chose de bien. Monument de conformisme politique et de cupidité, Jean-Charles est protégé des conséquences de son comportement souvent mesquin et par son allégeance au pouvoir socialiste sous toutes ses formes et par l'attachement neu-neu de la droite à l'institution monarchique.

Cette fois il ne se contente pas de demander la tête des éditorialistes libéraux dont il ne supporte pas les discours hostiles à sa personne, il s'est rendu aux Etats-Unis réaffirmer le rôle de l'Espagne dans la création de ce pays.

En visite dans la ville de Pensacola, il a rendu hommage à don Bernardo de Galvez qui, à la tête d'une armada hispano-française, a arraché cette cité des mains des occupants britanniques.


Le roi d'Espagne dans les rues de Pensacola.
El Rey de España subrayó en Pensacola, ante una población entregada a la visita de Juan Carlos y Sofía, la valiosa contribución española a la independencia de Estados Unidos y la de los compatriotas que ahora trabajan por su futuro.

Durante unas horas, la ciudad de Pensacola, en el estado de Florida, revivió su pasado español para recibir en sus calles a los Reyes, que visitaron esta población con motivo de las celebraciones de la fundación de la ciudad por Tristán de Luna hace 450 años.

El himno de España sonó, junto al de Estados Unidos, en cada uno de los actos de la visita, que comenzó en la plaza Fort George, ante el monolito erigido en memoria de Bernardo Gálvez, quien ganó en 1781 a los ingleses la batalla de Pensacola, por la que se recuperó Florida y Mallorca para la Corona española, y contribuyó a la independencia de EEUU.

Le monarque et un hiérarque local devant la plaque qui rappellera aux générations futures leur passage éclair.

Los Reyes se acercaron después a la bahía, donde una placa recuerda la llegada de Tristán de Luna a estas costas con 11 navíos y más de 500 personas, así como la creación de la ciudad de Santa María, que fue destruida poco después por un huracán y dejó paso a la actual Pensacola. La placa se encuentra al final de la calle Palafox, eje principal del centro histórico de la ciudad y que, a partir de ahora, pasará a llamarse Juan Carlos I.

En las confluencias de las calles Jefferson y Zaragoza -muchas vías llevan nombres españoles- se encuentra el Museo de la Ciudad, desde cuyo balcón el Rey recordó a los ciudadanos de Pensacola que la amistad entre los dos países floreció durante la independencia americana, cuando España "volcó su activa ayuda financiera, política y militar en favor de los patriotas estadounidenses".

De acuerdo con las palabras del Rey, que en varias ocasiones suscitaron los aplausos de los habitantes de esta ciudad, "aquí, en Pensacola, empezó una etapa nueva, en la que crecería esta gran nación, amiga y aliada de España; por eso, Pensacola tiene uno de los más ricos patrimonios culturales de América del Norte", afirmación que fue rubricada con una ovación.

Inicio de la presencia española en EEUU
Unos niños agitan las banderas españolas. | Reuters
Después de insistir en que la figura de Gálvez recuerda "que también hoy muchos hombres y mujeres de Estados Unidos y de España dedican sus mejores esfuerzos a reforzar las mutuas relaciones", Juan Carlos I proclamó: "Estamos orgullosos de vuestros antepasados".

En su intervención, el monarca español recalcó que Pensacola supuso el inicio de la historia de la presencia española en este territorio, que se extendió a lo largo del siglo XVI a otros lugares del actual EEUU.

Hoy día, esta herencia es especialmente visible en EEUU por el incremento imparable del idioma español, que eleva ya el número de hispanohablantes a unos 45 millones en un país de 304 millones de habitantes.

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